
Los Huesos de Santo son un postre tradicional típico del Día de Todos los Santos, así llamados precisamente porque su forma alargada y cilíndrica evoca a los huesos. Su elaboración casera, como explicamos en esta detallada receta, es bastante sencilla y requiere de pocos ingredientes, ya que solo vamos a necesitar almendra molida, azúcar, agua, piel de limón, yemas de huevo y maicena. Así de simple.
El origen de este popular dulce, según una de las teorías más aceptadas, podría situarse en Valencia, en el siglo XVII, de la mano de un monje benedictino que los elaboró para homenajear a los santos difuntos. Aunque originalmente se hacían con mazapán y un relleno de yema pastelera, hoy en día podemos encontrar multitud de versiones de los huesos de santo con todo tipo de coberturas y sabores.
Hacer los huesos de santo en casa es mucho más fácil de lo que puede parecer y el resultado no tiene nada que ver con sus versiones comerciales. Para su elaboración, tenemos que realizar tres preparaciones: el mazapán exterior, el relleno de yema pastelera y el glaseado que los recubre. Es cierto que son algo entretenidos de preparar, aunque siguiendo el paso a paso de esta receta os quedarán estupendos y resultan absolutamente deliciosos.
Los huesos de santo caseros son ideales para servir como postre o dulce de sobremesa en el Día de Todos los Santos. Acompañados de un té, un café con leche o de otra bebida al gusto de los comensales, se convierten en un bocado dulce irresistible.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 45 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 1 hora (más el tiempo de reposo y secado)
- Raciones: 19 unidades
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 138
Ingredientes de los Huesos de Santo
Para el mazapán exterior:
- 100 g de azúcar
- 50 ml de agua
- 125 g de almendra molida
- 1 trozo de piel limón
Para el relleno de yema pastelera:
- 150 g de azúcar
- 75 ml de agua
- 6 yemas de huevo
- 5 g de maicena
Para el glaseado:
- 150 g de azúcar glas
- 45 ml de agua

Cómo hacer los Huesos de Santo
Para empezar, ponemos en un cazo 100 g de azúcar, 50 ml de agua y 1 trozo de piel de limón. Llevamos la mezcla a ebullición y la dejamos hervir durante unos 2 minutos, hasta que el azúcar se disuelva completamente. Reservamos.

Preparamos un bol con 125 g de almendra molida. Retiramos la piel de limón y vertemos el almíbar preparado en el paso anterior poco a poco sobre la almendra molida, mientras lo integramos con ayuda de una cuchara. En cuanto tengamos una masa manejable, dejamos de añadir almíbar.

Continuamos amasando la mezcla obtenida con las manos hasta obtener una masa homogénea y ligeramente pegajosa, aunque firme. Envolvemos la masa en film y la dejamos reposar en la nevera durante unas 3 horas.

Tras el reposo, amasamos la mezcla de nuevo y la extendemos sobre papel vegetal. Debemos obtener una lámina de unos 2 mm de espesor. Con ayuda de un palo de brocheta, marcamos las rayas características de los huesos de santo sobre la masa.

Cortamos la masa de mazapán en cuadrados de unos 5 cm de lado.

Humedecemos con agua uno de los bordes del cuadrado de mazapán, lo enrollamos sobre el mango de un cubierto redondo y presionamos la unión para que quede bien cerrado. Repetimos con todos los cuadrados de masa. Dejamos secar los cilindros de mazapán al aire durante 2 o 3 horas.

Para preparar la yema pastelera del relleno, mezclamos en un cazo 150 g de azúcar y 75 ml de agua. Llevamos a ebullición y dejamos cocinar el almíbar durante unos 5 minutos. A continuación, lo vertemos a hilo sobre 6 yemas, batiendo sin parar para evitar que estas cuajen por el efecto del calor.

Agregamos a las yemas 5 g de maicena y calentamos la mezcla sin dejar de remover, hasta obtener una crema espesa.

Cuando los cilindros de mazapán estén secos, pasamos la yema pastelera a una manga con boquilla fina y rellenamos los cilindros de mazapán. Los dejamos tumbados para que no se salga el relleno.

Para preparar el glaseado que cubre los huesos de santo, mezclamos 150 g de azúcar glas con unos 45 ml de agua. Añadiremos el agua poco a poco y removiendo hasta obtener una mezcla lo suficientemente fluida para poder bañar los huesos con facilidad, pero con algo de cuerpo para que queden bien cubiertos.

Bañamos los huesos de santo en el glaseado.

Una vez glaseados, los dejamos escurrir sobre una rejilla hasta que estén completamente secos. Una vez secos, ya podemos disfrutar de este exquisito dulce tradicional

Resumen fácil de preparación
- Calentamos el agua con el azúcar y la piel de limón durante unos 2 minutos para hacer un almíbar
- Vertemos este almíbar sobre la almendra molida
- Amasamos y dejamos reposar la masa en la nevera
- Estiramos la masa de mazapán sobre papel vegetal y le hacemos unas marcas con ayuda de una brocheta
- Cortamos la masa en cuadrados
- Humedecemos un lado de cada cuadrado de mazapán, los enrollamos, los sellamos por el lado humedecido y los dejamos secar
- Preparamos un almíbar calentando el azúcar y el agua de la yema pastelera, y lo vertemos sobre las yemas mientras removemos
- Añadimos la maicena y calentamos la mezcla mientras removemos, hasta que espese
- Rellenamos los cilindros de mazapán con la yema pastelera
- Preparamos el glaseado mezclando el agua con el azúcar glas
- Bañamos los huesos de santo en el glaseado
- Los dejamos escurrir y, una vez secos, servimos estos deliciosos Huesos de Santo caseros





















