
Despertarse en Irlanda tiene algo especial. Quizá sea el aire húmedo de la isla esmeralda que se cuela por la ventana, el olor a tierra mojada o el murmullo del pub de ayer que todavía resuena en tu cabeza. Poco a poco te vas activando hasta que llega el momento en el que tu estómago te reclama su parte. Y ahí llega el momento perfecto para disfrutar de una de las tradiciones más queridas del país, el Irish breakfast también conocido como full Irish breakfast.
Al igual que su primo, el desayuno inglés, el Irish breakfast es una comida que no se anda con medias tintas. Ya no se toma a diario, pero sigue siendo una estupenda opción cuando quieres empezar el día dándote un capricho. Si bien ambos comparten gran parte de sus componentes, con ligeros matices que le dan personalidad y carácter propios, no se puede negar que, aunque nacieran para sobrellevar esas largas jornadas de trabajo en el campo, hoy se han convertido en una de las experiencias más auténticas de su cultura gastronómica.
Las diferencias entre el desayuno inglés y el desayuno irlandés son pocas, pero importantes. Los dos se componen de huevos —fritos, a la plancha, pochados o revueltos—, carnes, pan, algo de verdura como tomate o champiñones y con frecuencia alguna preparación con patatas. ¿Y las alubias con tomate? Quizá te estés preguntando por qué no las hemos nombrado todavía. Pues verás, el tema tiene algo de miga, así que lo dejamos para el final.
Comenzando con las carnes, las salchichas que se utilizan normalmente son las llamadas breakfast sausages y la manera de especiarlas en cada país también cambia un poco, pero a fin de cuentas cualquier salchicha fresca de cerdo es un sustituto ideal.
En cuanto al bacon, se privilegia el uso del back bacon, un corte del lomo que conserva una fina capa de grasa, más magro y suave que el side bacon que es el que solemos tener por aquí. No obstante, este último también sirve y no te va a privar de disfrutar el desayuno a lo grande. Otra alternativa sería lomo cortado fino.

Siguiendo con la morcilla, únicamente en el Irish breakfast es habitual encontrarse el white pudding o morcilla blanca acompañando al black pudding o morcilla negra. De esta última, la receta irlandesa se diferencia un poco de la inglesa, sobre todo por contener avena entre sus ingredientes. Por aquí, cualquier morcilla o butifarra negra que te guste puede sustituir el black pudding, y una butifarra blanca funcionará perfectamente como white pudding.
Las preparaciones con patatas también marcan diferencia. Mientras que el desayuno inglés suele incluir hash browns (una opción aceptada pero considerada con frecuencia poco ortodoxa), en el irlandés nos encontramos con los boxty, que ya te hemos enseñado a preparar anteriormente, aunque te lo recordaremos también en esta receta. Son bastante fáciles de hacer ya que básicamente son unas tortitas que combinan puré de patata y patata rallada.
Otro punto importante es el pan. Por excelencia, el que acompaña el desayuno irlandés es el pan de soda, toda una institución. Se trata de un pan rápido y denso con ese punto ácido tan característico. En cambio, en el inglés basta con pan de molde tostado, más simple pero menos interesante. Si quieres la experiencia completa, el pan de soda casero es facilísimo de hacer con nuestra receta. Si no, usa cualquier otro pan sin problemas.
Y, para terminar, como buen tema de conversación en cualquier pub, está el gran debate sobre si el Irish breakfast debe llevar baked beans o no. En Irlanda la gente purista las considera un préstamo inglés, mientras que en muchos otros hogares y cafés las consideran ya parte de la costumbre y se sirven sin rubor o se ofrecen como acompañamiento extra. Sea cual sea tu bando, el resultado siempre es el mismo: un desayuno contundente y con alma propia.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 30 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
- Raciones: 1
- Categoría: desayunos
- Tipo de cocina: irlandesa
- Calorías por ración (kcal): 1442 (1307 sin baked beans)
Ingredientes del Irish breakfast
Para los boxty (salen 4 tortitas):
- 300 g de patatas
- Sal
- 50 g de harina de trigo
- 1 yema de huevo
- 2 cucharadas de leche entera
- Pimienta negra molida
- Mantequilla para cocinar
Para el desayuno irlandés:
- 1 tomate mediano
- 50 g de champiñones
- Mantequilla para cocinar
- Sal
- Pimienta negra molida
- 2 salchichas frescas
- 1 rodaja de black pudding (morcilla o butifarra negra)
- 1 rodaja de white pudding (butifarra blanca)
- 2 lonchas de back bacon (o bacon normal)
- 2 huevos medianos
Para servir:
- 2 rebanadas de pan de soda (o pan de molde)
- Mantequilla para untar el pan
- 150 g de alubias con tomate (opcional)
- 1 cucharadita de té Irish breakfast (para preparar el té)

Cómo hacer Irish breakfast
Empezamos preparando los boxty. Pelamos 300 g de patatas, cocemos la mitad en agua hirviendo con sal y la otra mitad la rallamos y exprimimos bien con un paño para quitar el exceso de agua. Mezclamos ambas con 50 g de harina de trigo, 1 yema de huevo, 2 cucharadas de leche, sal y pimienta negra hasta obtener una masa densa. Cocinamos 4 porciones de masa unos minutos por cada lado a fuego medio en sartén engrasada con mantequilla, hasta que estén doradas. Nos saldrán 4 unidades, de las cuales usaremos 2, así que las sobrantes las podemos congelar.

Seguimos la parte vegetal. Cortamos 1 tomate mediano por la mitad, limpiamos bien 50 g de champiñones y si son grandes los podemos trocear. En una sartén amplia o plancha añadimos un poco de mantequilla y hacemos los tomates a la plancha y cocinamos los champiñones hasta que se doren ligeramente y suelten parte de su agua. Salpimentamos, retiramos y reservamos en caliente.

Paralelamente, cocinamos 2 salchichas frescas en otra sartén engrasada con mantequilla, dándoles la vuelta de vez en cuando, hasta que queden bien hechas por dentro. En la misma sartén, añadimos al lado 1 rodaja de black pudding y 1 rodaja de white pudding y las cocinamos un par de minutos por cada lado para que se doren. También añadimos 2 lonchas de back bacon y las hacemos al punto que más nos guste, jugosas o crujientes. Retiramos y reservamos en caliente.

Con las carnes ya listas, aprovechamos el sabor de la sartén para tostar 2 rebanadas de pan de soda. Un par de minutos por cada lado bastarán para que se impregnen de la grasa de la cocción y adquieran un toque irresistible. También puedes hacerlo en tostadora, aunque perderás ese punto tan característico.

Mientras tanto, preparamos 2 huevos. En una sartén pequeña, añadimos un poco de mantequilla y cocinamos los huevos a fuego medio hasta que las claras estén cuajadas y las yemas sigan jugosas. Si lo prefieres, también puedes hacerlos pochados o revueltos.

Paralelamente, calentamos 150 g de alubias con tomate en un cazo o al microondas. Las podemos usar en conserva, ya que las podemos encontrar fácilmente en cualquier supermercado, o también podemos hacerlas caseras siguiendo nuestra receta de baked beans.

Para terminar, preparamos una buena taza de té negro Irish breakfast, fuerte y con cuerpo. Opcionalmente, lo podemos servir con un poco de leche.

Finalmente, solo queda montar el plato y disfrutar así de este delicioso full Irish breakfast. Para ello, colocamos los boxty, el bacon, las salchichas, las morcillas, los huevos, los tomates y los champiñones, con el pan tostado al lado y las baked beans, en el plato o aparte en un pequeño cuenco si se las queremos poner. ¡Y a disfrutar!

Resumen fácil de preparación
- Preparar los boxty con las patatas y los demás ingredientes de esta elaboración
- Dorar el tomate y saltear los champiñones, reservar
- Cocinar las salchichas, el black pudding, white pudding y el bacon
- Tostar el pan de soda en la sartén
- Hacer los huevos fritos, pochados o revueltos
- Calentar las alubias con tomate
- Preparar el té negro Irish breakfast
- Montar el Irish breakfast colocando todas estas elaboraciones en un plato y servir caliente


















